lunes, 28 de octubre de 2013

Procesos dialécticos en el “mestizaje cultural”

Ante aquella filosofía que postula la superación del abordaje de la Identidad latinoamericana desde el Mestizaje cultural, postulo las siguientes dos interpretaciones del concepto dialéctica, que pueden ayudar a pensar la identidad latinoamericana, sin caer en una filosofía universalista que pudiera degenerar finalmente en una fagocitación cultural.
 Rechazamos la idea de superación del abordaje de la propia cultura pues resulta una gran simplificación de una realidad mucho más ininteligible cuanto más se la generaliza. Y asumimos la realidad como algo complejo, que no percibimos nunca del todo[1].
Por eso, entendemos el mestizaje cultural como un proceso dialéctico  constante. Esto es, una realidad dinámica, no estancada en sí misma sino que ilumina las otras culturas desde su propio conocimiento, con características generadoras y generantes de diversidad.
Esta dialogicidad hace del mestizaje cultural una realidad abierta al otro, a lo otro, pues ella misma es fruto de la fecundidad del diálogo que se ha dado entre culturas. Así, la alteridad no es extraña a ella y la proposición de un sujeto ético[2], que responde a la interpelación del otro, se da un su misma circunstancia de necesidad de diálogo. Este es un aporte fundamental del pensamiento latinoamericano al conocimiento universal, pues lejos de surgir una idea a posteriori por necesidad humana de responsabilidad y/o igualdad como aquella que llevó a los europeos a pensar después de la Segunda Guerra Mundial, surge ella misma (el mestizaje cultural) como realidad concreta en la misma  L.A. y es necesario conocerla para valorar su aporte.
Por otro lado, entendemos la dialéctica en un sentido más aproximado al concepto propiamente hegeliano, dado que, históricamente podemos comprobar estas dialécticas, todas ellas engendradas desde una plataforma de asimetría de poder:
a)    Varón-mujer
b)    Amo-esclavo
c)    Cristiano-pagano
d)    Español-indígena
e)    Colonizador-colonizado
Empero, el mestizaje no es fruto de la asimetría simplemente sino de la fusión que ya se da entre el europeo y el indígena y que supera inmediatamente lo puramente racial.
El mestizaje cultural es realidad de nuestros pueblos, no universal, aunque asumimos que la gran mayoría de las culturas, sobre todo las europeas, son a su vez, mestizaje de mestizajes que se han dado a lo largo de los siglos.
Ahora bien, la universalidad a la que se hace referencia desemboca inexorablemente en fagocitación de otras culturas puesto que acaba en una globalización violenta que subsume todas las demás culturas, fruto al cual luego se le llama: identidad universal.
Por lo tanto, el mestizaje cultural, entendido como una clave de interpretación de nuestra identidad latinoamericana, desde los presupuestos ya mencionados, es una globalización alternativa a la globalización totalizante, pues parte de la realidad del otro como libre y que se me revela como tal y se abre a la diversidad como riqueza cultural universal.



[1] Morin, Edgar. El método 5. Humanidad de la humanidad.
[2] Levinas, Enmanuel. Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad.

1 comentario:

  1. en estos tiempos de globalización creo sumamente importante reflexionar acerca de estos temas

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